Amenazas

La cosecha suele coincidir con la época de nidificación. Esta especie se reproduce en campos de heno o grano y en zonas de matorral. En el caso del heno, en los cultivos de corte en verde, donde la cosecha es temprana, coincide plenamente con la época reproductiva de la especie, destruyendo involuntariamente los nidos construidos en el suelo, que pueden contener huevos o pollos.

Dado que la especie suele realizar puestas de sustitución cuando fallan las primeras, es frecuente que también haya nidos en campos de cereales, que también serán segados, lo que se traduce en una verdadera "trampa ecológica". 

La pérdida de hábitat asociada a la reducción de los cultivos cerealeros en detrimento de otros cultivos y usos del suelo, a menudo subvencionados por políticas agrícolas o forestales. La adopción de la Política Agrícola Común ha llevado al abandono progresivo de la agricultura tradicional de secano, lo que ha afectado negativamente a las especies esteparias.

La gestión de matorrales y terrenos sin cultivar puede tener un fuerte impacto en el hábitat disponible para la nidificación y alimentación de la especie, o incluso provocar la destrucción de nidos ya instalados, en particular la aplicación de medidas de gestión para reducir el riesgo de incendios o potenciar las zonas de pastoreo, como las quemas controladas.

Los generadores eólicos y los paneles solares pueden afectar negativamente a la especie, no solo porque representan un cambio significativo en el uso del suelo, sino porque, en el caso de los generadores eólicos, pueden provocar mortalidad directamente.

Los parques eólicos representan un riesgo directo debido a la posibilidad de colisión con las hélices y a la perturbación causada por el ruido y la presencia humana, que puede alejar a las aves de sus zonas de nidificación y alimentación.

Por su parte, las centrales solares, además de la perturbación asociada, provocan la pérdida y fragmentación del hábitat de nidificación y alimentación debido a la ocupación del suelo con todas las infraestructuras asociadas, incluidas las líneas eléctricas de transporte de energía.  

Factores ecológicos como la depredación de huevos y crías por especies silvestres (por ejemplo, zorros y jabalíes) y domésticas, como los gatos, o el cleptoparasitismo (relación ecológica en la que una especie roba alimento a otra), ejercen una presión adicional sobre una especie que se encuentra en una marcada tendencia de declive poblacional.

El aumento de la frecuencia y la intensidad de los fenómenos climáticos extremos, como consecuencia del cambio climático, como lluvias torrenciales fuera de temporada, inundaciones, olas de calor, grandes incendios o sequías extremas, se perfilan como una amenaza creciente que contribuye a la disminución de la productividad, el aumento de la mortalidad y la reducción de la fertilidad a nivel poblacional.

El aumento del uso de agroquímicos afecta directa y indirectamente a las poblaciones de aves que se alimentan de insectos y pequeños mamíferos, aumentando la mortalidad y reduciendo la capacidad reproductiva, y disminuyendo las poblaciones de presas. Aunque los cultivos cerealeros en Portugal recurren a casi ningún fitofármaco, o incluso a ninguno, los agroquímicos pueden utilizarse en otros cultivos agrícolas en las zonas de ocurrencia de la especie y, por lo tanto, constituir una amenaza.